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© Museu de Badalona
Omeka ID 1898
Ciutat romana de Baetulo.
Mundo romano

lámpara oriental o de Isis

MB 3368

Nombre técnico
lámpara de aceite
Datación
1 / 100
Producción
-
Museo
Museu de Badalona
Cultura
Mundo romano
Ubicación hallazgo
Ciutat romana de Baetulo.
Material
cerámica
Municipio
Badalona (Europa, Espanya, Catalunya, Barcelona, Barcelonès)
Técnica
a molde
¿Dónde está?
Exposició permanent
Medidas
2,8 x 8,9 cm
Descripción
Lucerna de disco, de la forma Dressel 20, con dos orejas para ir colgada, pero también con asa. Conserva en parte el barniz vidriado verde, que en algunas partes se convierte blanco irisado. Fue encontrada en las excavaciones de los años cincuenta en la zona del Clos de la Torre. Hay representadas tres divinidades orientales: la diosa Isis en el centro, de cara, aguantando el sistrum con una mano y con la otra un vaso Canopo donde estaba el agua del Nilo. Viste un xiton (túnica griega) y himation (chal). Aunque en este caso no es así, a menudo encontramos el nudo isíaco ligado bajo el pecho, que tenía poderes mágicos. Anubis tiene cuerpo humano y cabeza de chacal, y mira Isis. En una mano lleva una rama de laurel y, aunque no se aprecia, en la otra llevaría el ankh, cruz ansada o cruz de la vida. Harpócrates está representado desnudo y con el dedo índice delante de la boca haciendo el gesto de silencio y en la otra mano lleva una cornucopia, símbolo de la abundancia. El agujero de alimentación de aceite de la lámpara está entre Isis y Harpócrates. Isis es la diosa maga. Sus poderes son tan grandes que puede dar una segunda vida a su esposo Osiris. También es una madre atenta y amante: cría a su hijo lejos de su terrible tío Seth y lo salva de los peligros que la amenazan. Por todo ello, también se convierte en la diosa protectora de las mujeres y los niños. Su culto se extendió por todo el Mediterráneo y resistió el auge del cristianismo hasta el siglo VI dC, cuando su culto fue prohibido por Justiniano en 535. Harpócrates es el nombre que los griegos dieron al hijo de Isis (Horus). Es el único hijo de Isis y Osiris. Pasa toda su niñez en las marismas del Nilo, donde le esconde su madre. Cuando se hace mayor se enfrenta a su tío para proteger el trono de Egipto. Se le representa como un niño desnudo con el dedo de la mano derecha ante la boca, haciendo la señal del silencio. Los griegos lo adoptaron como dios del silencio, pero también simboliza el sol del amanecer o del invierno y la renovación constante. Anubis es el hijo ilegítimo de Osiris y de Neftis, la hermana de Isis. Se le representa con cabeza de chacal, y es él quien hace la primera momia de todas: la de Osiris. Gracias a este ritual, el cuerpo de su padre ha podido renacer. Desde entonces, Anubis es el dios de los embalsamamientos. También tiene un papel importante en el más allá, ya que es el encargado de conducir los humanos difuntos ante Osiris. A partir del siglo I dC las religiones orientales cogen fuerza en el Imperio romano de occidente, sobre todo entre las clases más bajas de la sociedad romana. Las ceremonias y rituales orientales eran más mistéricos y cercanos a las personas, y contrastaban fuertemente con la frialdad y distanciamiento de los rituales y dioses romanos. Seguramente por eso en Baetulo han encontrado varias lámparas con esta temática.

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